Cuando conocí a mi esposo, que es Ingeniero Químico, me hablaba de algo que le apasiona mucho a él – la termodinámica-, como Abogada me quedé pensando ¿de qué me estará hablando?, como soy muy expresiva en mis gestos inmediatamente supo que no sabía de me que hablaba. Obviamente, me hizo toda una explicación científica sumamente interesante, que me ha hecho ver la vida con otros ojos. Cuando pensaba que en la vida hay que llegar a un punto de equilibrio, él me decía que no, qué si llego a ese punto de equilibrio, no me supero más. Cuando lo vemos desde la termodinámica, nos damos cuenta qué todo debe fluir, moverse, lento o rápido, pero moverse. Nada puede ser estático. Si llegamos a lo que consideramos un punto de equilibrio, posiblemente sea cuando llegamos a esa zona de confort que nos hace estancarnos en todo en la vida, ya sea personal, profesional, de pareja. Leyendo a Napoleón Hill en su libro Las llaves del éxito, literalmente dice: “Nada en la vida es estático. El movimiento es constante y rítmico (aunque a veces ese ritmo es demasiado grande o pequeño para que podamos percibirlo de inmediato). Este es uno de los motivos por el que disfrutamos con la música, ya que refleja los ritmos y las olas de nuestra experiencia. Debe aprender a inclinarse y oscilar con los ritmos de la vida, a no permanecer fijo e inmóvil contra ellos”. Y asi es la vida, si creemos que hemos hecho todo, nos estancamos, no fluimos, no movemos la energía, no nos podemos quedar en ese punto de equilibrio. Cuando mi marido me explicaba de una manera sencilla la termodinámica me decía: “La vida es como un río, mientras el agua fluye genera vida, si se estanca se vuelve insalubre y la vida muere”. Y eso le ocurre a muchas personas, en los diferentes campos de su vida personal, profesional o de pareja; la rutina, la zona de confort, todo se vuelve estático, hay que mover energías, hacer cosas nuevas, tenemos que fluir no estar estancados en el mismo lugar. Y recalcaba él: “Lo que queda estático pierde su capacidad de generar trabajo útil”. Y así tiene que ser la vida como la termodinámica. Por eso Napoleón Hill, cuando señala de conservar una buena salud física y mental, habla de los ritmos de la vida, la influencia de la mente, la actitud de una mentalidad positiva, ser creativo en el trabajo, la música, el ejercicio, cumplir las horas de sueño para no agotarnos mentalmente y estancarnos, entre otros. Asi qué si verdaderamente queremos cambios en nuestra vida, debemos empezar a hacer cosas nuevas, debemos fluir, mover toda esa energía que tenemos, les aseguro como todo irá para bien.
¿Llegaron a un punto de equilibrio o qué cosas nuevas están haciendo para seguir fluyendo? Cuéntame, deja tu comentario al respecto.
Foto de David Monje
Commenti